Camaradas:
Hace exactamente un año concurrimos a las urnas para iniciar un proceso postergado de democratización de las estructuras del PDC, proceso que continuó con las diversas estructuras territoriales, funcionales y frentes respectivos.
Al inicio de la campaña el debate interno estaba centrado entre una propuesta que planteaba un equipo que se iba a dedicar 100% al PDC y otra propuesta que destacaba que la política se desarrollaba principalmente desde el Senado y se necesitaba a un Senador de la República como presidente del PDC.
En ese contexto planteamos una alternativa surgida desde las bases denominada “Movimiento Refundación PDC” que recogió el planteamiento del Manifiesto elaborado por un centenar de militantes en el mes de abril de 2010. Nuestro aporte en el debate fue instalar importantísimos temas como el concepto de “oligarquización” y la necesidad de la construcción de un nuevo modelo de desarrollo para Chile.
Hablamos del poder de las comunas al interior del PDC; de la renacionalización del cobre como un tema a debatir en el partido; de cambiar el eje de las políticas públicas hacia la igualdad de oportunidades, y en ese sentido planteamos consolidar la educación pública como una posibilidad concreta de igualdad de oportunidades; del compromiso y protagonismo que debemos asumir las y los militantes de bases del partido; reivindicamos los acuerdos del V Congreso Ideológico y Programático como una carta de navegación para el PDC; planteamos que nuestro partido tiene que volver a ser un partido popular y nacional; construimos una propuesta de poder comunitario.
Hablamos de enfrentar los conflictos de intereses entre política y negocio al interior del PDC; señalamos la construcción de un nuevo conglomerado político donde la política de alianza del partido se construya sobre la base de un debate de un modelo alternativo de desarrollo político, social y económico. Señalamos la construcción de una nueva mayoría social y política para Chile, propusimos refundar el instrumento de transformación social que es la Democracia Cristiana superando la cultura oligarca reinante en nuestro partido. (Carta a los militantes, 01 de septiembre de 2010)
Ha pasado un año de dicho proceso y hoy - en medio de las movilizaciones sociales - las propuestas planteadas hace un año atrás se hacen más necesarias que nunca.
Actualmente – en la Democracia Cristiana - hemos visto el desarrollo de una convergencia en torno al diálogo y la acción, con otros militantes, mujeres y hombres, y dirigentes de base, lo cual ha implicado algunas acciones políticas concretas como presentar el voto político “Recuperando el Cobre para Chile” que, en lo medular, plantea que “el PDC deberá impulsar y promover un debate en torno a definir una política pública sobre cobre que considere su Renacionalización”. Dicho voto político cuenta – entre cientos de militantes – con la adhesión de más de 20 miembros del Consejo Nacional del PDC y hasta ahora la conducción política no nos ha respondido si se pondrá en tabla en un futuro Consejo Nacional.
También hemos convenido 15 puntos básicos para tener presente en el debate de fondo partiendo por “Impulsar una Asamblea Constituyente que elabore una Nueva Constitución Política, recogiendo los principios de un Estado de derecho social y democrático, plurinacional, intercultural, comunitario, solidario, activo, pluralista e integrador. Asimismo promover una Reforma del sistema político, que considere la iniciativa popular de ley, el cambio del sistema binominal por otro de carácter proporcional y que establezca el Plebiscito como mecanismo para resolver los grandes temas nacionales” y planteando “Convocar al VI Congreso Nacional del PDC y promover que el Partido se declare en “Estado de Congreso” generando las condiciones para un debate – desde la oposición – sobre un modelo de desarrollo alternativo para Chile y la construcción de un nuevo conglomerado político que sea alternativa de gobierno para el proceso electoral del año 2013”.
Camaradas, aún es tiempo para darle a la DC una conducción política coherente y comprometida con un partido nacional y popular, conectada con las personas y las bases partidarias.
Aún es tiempo que la actual conducción nacional asuma los compromisos que ellos mismos se comprometieron ante la militancia, como por ejemplo, el mecanismo de definición de nuestros candidatos mediante primarias abiertas.
Aún es tiempo para la convocatoria al VI Congreso Nacional del PDC, declarándonos en “Estado de Congreso” por el Consejo Nacional hasta la próxima Junta que convoque oficialmente dicho Congreso, permitiendo escuchar el clamor planteado por las bases políticas y el movimiento social.
Aún es tiempo de transformar al PDC en un instrumento eficaz de cambio social conforme lo soñábamos cuando ingresábamos a militar.
Aún es tiempo de Refundar a la Democracia Cristiana.
¡Hay una sola forma de permanecer unidos, cual es, avanzar unidos!
Un abrazo fraterno a todas y todos,
Leonel Sánchez Jorquera
San Joaquín, 29 de agosto de 2011